La vida es un proceso de decisión constante. Desde el momento en que abrimos los ojos cada mañana, entramos en una secuencia infinita de opciones y decisiones que ya tomamos casi de forma automática y sin darnos cuenta.
Puede que sólo seas consciente de tu capacidad de decidir cuando tienes que tomar aquellas decisiones que se consideran “importantes”, pero es algo que haces casi cada minuto de tu vida. Decides si te levantas o no, si comes o no comes, si sonríes o no.
A continuación, te dejamos 3 pasos para tomar buenas decisiones y ser tu mejor versión.
1. Conocerte y confiar en ti
El proceso de autoconocimiento es el primer paso para asegurarte de que las decisiones que tomas están en consonancia con tu naturaleza y esencia.
Es importante entender que no hay una decisión “buena” o “mala” de forma universal, sino que este calificativo depende y es único y exclusivo de la persona que toma la decisión. Optar por una “buena” opción es tomar aquella decisión que esté alineada con tus valores y tu naturaleza. Y esto es algo único de cada ser humano.
Cada uno ha nacido con unas características, una situación y una manera de percibir, entender y valorar la realidad. Por ello, es muy importante saber dónde estás tú, y qué es importante en el momento de tomar la decisión.
El cambio es lo único constante en el Universo y esto se aplica también en nosotros. A medida que vas viviendo experiencias, vas adaptando, modificando o cambiando tus valores y prioridades. Realizar procesos de autoconocimiento o situación personal te puede ayudar a conocer mejor desde dónde estás tomando una decisión. Una vez conectas con tu esencia sólo te queda confiar en ti y en tu potencial.
Te proponemos 2 ejercicios que puedes ir realizando de forma periódica para tener puntos de situación contigo misma/o:
- Empieza tu libreta del “Yo soy”. En ella, escribe aquellos aspectos que te definen en el momento presente. Puedes repetir este ejercicio varios días seguidos replanteándote lo escrito el día anterior. O bien, puedes hacerlo únicamente 1 vez al año o en momentos de cambio o bloqueo.
- Utiliza herramientas externas para conectar con tu esencia. Ejercicios de Tarot, lecturas de Carta Astral, o la Numerología te pueden ayudar a conectar con tu esencia y tomar consciencia de tu potencial. Estas herramientas funcionan como un espejo de aumento que te muestra como eres y te ayuda a comprenderte mejor.
2. Responsabilizarte de tus actos: tú eres el único responsable y dueño de tu vida
Siguiendo el libre albedrío, cada uno de nosotros es el único responsable de sus acciones y somos nosotros quienes decidimos qué rumbo tomar. Es cierto que todos somos el resultado de nuestro pasado, de nuestra familia, y de nuestra situación…y tienes dos opciones: puedes seguir justificándote a través de los actos de los demás o bien tomar las riendas de tu vida, responsabilizarte, empodérarte y decidir qué hacer tú con ello.
La vida es como una partida de Póker. Te tocan unas cartas y tú decides cómo jugarlas.
El libre albedrío es la capacidad del ser humano para optar entre distintas alternativas, o libertad para elegir y tomar nuestras propias decisiones sin estar sujetos a presiones, limitaciones o predeterminación divina. Por lo tanto, el libre albedrío se basa en que cada ser humano es responsable de sus actos y decisiones.
3. Empieza tu “Libreta de vida o aprendizajes”
Nadie nace sabido ni enseñado. Te vas a “equivocar” una y otra vez a la hora de tomar una decisión. Y eso no tiene nada de malo, forma parte de la belleza del proceso de la vida.
Por ello, te proponemos empezar una libreta donde vayas anotando tus aprendizajes ante cada elección. Esto te ayudará a tomar conciencia de tu situación, del tu estado del momento en que tomaste la decisión y poder así identificar patrones inconscientes. Esta libreta es ante todo un medio de meditación y reflexión que te ayuda a complementar y analizar el presente a través de las experiencias vividas.
No es una libreta para auto machacarte ni juzgarte. Es una libreta para hablarte con amor y cariño. Para entender que en aquel momento lo hiciste lo mejor que podías con los recursos que tenías. También es una libreta para aplaudirte por atreverte a decidir y tomar las riendas de tu vida.