La Cábala es un conocimiento muy antiguo que se ha sustentado a lo largo de los siglos gracias a las diferentes escuelas que han mantenido su enseñanza hasta nuestros días.
La Cábala nos dice que todas las experiencias que nos suceden en la vida son previamente pactadas por nuestras almas antes de nacer. Hemos llegado a un acuerdo con nuestros padres, hermanos, amigos, jefes… para vivir unas determinadas experiencias.
El estudio cabalístico te dice tus caminos en la vida, las tareas que has venido a trabajar y también te ayuda a ver lo que ya has aprendido en otras encarnaciones, es decir, el “progreso” que llevas como alma. Todo esto se calcula con tu nombre y apellidos + fecha de nacimiento.
Con el estudio de Cábala se pueden ver las tareas concretas y qué tipo de situaciones nos pueden suceder para que las aprendamos. Esto nos ayuda mucho a la comprensión de tu vida y también te da otro enfoque, cuando experimentas una situación entiendes mejor por qué te sucede a ti y no a otra persona.
Hay un total de 22 caminos en la Cábala, relacionados con los 22 arcanos del tarot.
Los caminos son una orientación para cuando nos sintamos perdidos, son como el GPS del alma, todos tenemos tres caminos con nosotros: origen, transformación y destino.
El de origen es el que traemos de recuerdo de otra vida para ayudarnos en esta encarnación, no tiene por qué ser la última vida. El camino de transformación es algo que traemos integrado en nosotros, nuestra esencia, nuestra forma de ser y es la que va a permitir que nos transformemos. El camino de destino es aquello que hemos venido a aprender, lo que más nos cuesta y la vida nos pondrá en determinadas situaciones para que lo pongamos en práctica.
Son aprendizajes que se nos presentan a lo largo de la vida y donde ponemos a prueba nuestra actitud espiritual. La Cábala concibe las enfermedades físicas como avisos de nuestra alma por tener una mala actitud espiritual, según la energía de la persona, se manifestará en una zona u otra. Aunque estos aprendizajes parezcan fáciles a simple vista, en realidad tenemos que trabajarlos a lo largo de las encarnaciones.
Esto es lo que ya has trabajado en otras encarnaciones.
Los planos nos sirven para saber en qué cosas fallamos a la hora de conseguir lo que nos proponemos.
Aquí podemos ver cómo ciertos rasgos de nuestra manera de ser nos puede somatizar en tensiones musculares en diferentes partes del cuerpo.
Aquí tenemos otros aprendizajes un poco más profundos a nivel álmico. Las tareas de aprendizaje vistas anteriormente son más grupales, mientras que estas son más personales.
Todos tenemos guías espirituales, son conciencias más elevadas que nosotros que nos ayudan desde otro plano, aunque no podamos verlos. Podemos percibirlos como intuiciones, sensaciones… Muchas veces nos reunimos con ellos a través de los sueños.
Son tareas que nos han quedado pendientes con personas concretas en otras encarnaciones, por lo que irán apareciendo a lo largo de la vida para cerrarlas.
Todos tenemos unas fechas determinadas en nuestra vida que nos marcaron de una manera u otra, una de ellas es la edad del cambio, que nos indica el momento en el que empezamos a experimentar una serie de situaciones para aprender lo que todavía no hemos trabajado en las vidas anteriores.
Es la suma total de los dígitos de la fecha de nacimiento, separando por día, mes y año.
No solo para ayudarnos en nuestro día a día, sino también para ayudar a otras personas. Lo que yo puedo traer aprendido de otra vida, otra persona lo está aprendiendo en esta y viceversa, al final todos aprendemos de todos.
Viviendo la vida sin más, sin tener miedo a las situaciones complicadas que nos aparezcan en el camino. Con el estudio de Cábala se pueden ver las tareas concretas y qué tipo de situaciones nos pueden suceder para que las aprendamos.
Esto ayuda mucho a la comprensión de tu vida y también te da otro enfoque, cuando experimentas una situación entiendes mejor por qué te sucede a ti y no a otra persona.
Firma: Isabel de miistico