¡Saludos a todos, místicas y místicos! Hoy vamos a hablar de las runas noruegas; es un tema muy interesante del que seguramente habéis oído hablar o como poco os suena de algo, pero que sin embargo sigue siendo bastante desconocido por nuestras latitudes, y a veces envuelto en un (merecido) halo de misterio.
Si os intrigan los bellos símbolos del Futhark, hoy vamos a arrojar un poquito de luz sobre este antiquísimo sistema de oráculo y escritura, uno de los más antiguos del mundo, que hunde sus raíces en las tradiciones vikingas y noreuropeas y que se ha extendido por todo el mundo gracias a su poderosa capacidad evocadora, canalizadora y meditativa.
Las runas son, entre otras cosas, un alfabeto fonético que se diseñó para adaptar sonidos grecolatinos al idioma noruego. El sistema más antiguo, el ‘old Futhark’ consta de 24 runas; el ‘new Futhark’ de reduce a 16 símbolos y muy posteriormente se añadiría la runa blanca, por influencia del Tarot. El nombre ‘Futhark’ se refiere a las primeras runas que lo conforman, y que corresponden precisamente las cinco primeras letras del primer Aetir; (el alfabeto completo está compuesto por tres familias de símbolos o ‘Aetir’ pertenecientes a los dioses custodios de la primera runa en cada familia: respectivamente Freya, Heimdall y Tyr, de los cuales espero poder hablar pronto).Las familias también representan niveles más profundos de consciencia; son tres círculos concéntricos por los cuales viajamos para poder alcanzar el núcleo de nuestro yo a través de nuestro conocimiento del medio natural y de nosotros mismos.
Tradicionalmente, el descubrimiento del uso oracular de las runas se atribuye al mismísimo Odin, el ‘Padre de Todos’, quien obtuvo este conocimiento sacrificando un ojo y colgándose del árbol del Universo, el fresno Yggdrasil. Si las cartas del Tarot te son familiares, habrás pensado rápidamente en el arcano número 12, ‘El colgado’, quien es precisamente un hombre boca abajo en busca del conocimiento. Efectivamente, el Colgado representa ni más ni menos que a Odín, y está no es la única similitud que encontrarás entre ambos sistemas de adivinación; las runas son el antecesor de muchos de los oráculos más modernos como el Tarot, las runas gitanas o los péndulos. No sólo eso, sino que también son una sistematización de métodos aún más antiguos de la edad del Bronce o anteriores, como la geomancia Seidr o los oráculos de huesos de los chamanes arios, y primas directas de sistemas de adivinación como el Ogham celta, también conocido como runas druídicas.
Las runas poseen un poderoso significado simbólico que va desde lo más concreto a lo más abstracto. Los vikingos eran gente de acción, les gustaba resolver los problemas de forma directa, y descubrirás que las runas también lo hacen. Así como otros sistemas oraculares pueden ser en ocasiones un poco ‘oscuros’ y misteriosos llenos de interpretaciones ambiguas o difíciles, pronto te darás cuenta que las runas son extremadamente claras en sus mensajes; los símbolos representan conceptos del día a día con los que lidiamos todos; trabajo, familia, pareja, abundancia, fertilidad, engaño, indecisión…
Desde el primer momento recibirás una gran variedad de mensajes transmitidos de forma directa y concisa. Por supuesto, un Seidr (lanzador de runas o chamán nórdico) experto puede ver más allá de las señas iniciales y adentrarse en los significados más profundos y subconscientes de los símbolos. Me gusta decir que las runas son como la superficie de un lago; si te asomas a ellas, podrás ver tu reflejo y descubrir aquello de ti que querías ver de un vistazo. Pero si te zambulles en ese lago, encontrarás un mundo entero bajo la superficie que te irá llevando a través de los niveles más y más profundos de ti mismo y de la memoria colectiva…hasta donde seas capaz de llegar. Me gusta pensar en las runas como en un portal hacia el subconsciente y el yo astral elevado que vibra en las esferas del cosmos; o como diría una völva, en las ramas del Yggdrasil del que todos somos hojas.
Las runas están profundamente asociadas a la naturaleza; varias de ellas representan plantas, animales y fenómenos meteorológicos. Su poder evocador es extremadamente visual; una vez que empieces a familiarizarte con ellas y con sus poderosas energías individuales verás la nitidez con la que sus mensajes llegan a tu mente y a tu alma. A medida que vayas interiorizado ese conocimiento podrás adentrarte en partes más complejas del arte, como la creación de Runas Enlazadas, Ruedas Rúnicas o Runas Encriptadas.
A día de hoy, hay grupos nórdicos que exploran los sonidos de las rúnicos o ‘Runaljod’ para crear maravillosas melodías y canciones que nos llevan a lo más profundo de nuestra memoria ancestral y colectiva; seas de donde seas, las runas entroncan con esa parte común y primordial de los seres humanos y su relación con la naturaleza y el mundo, tanto el visible como el invisible. Desde aquí te invito a probar y adentrarte en el mundo fascinante del Seidr y los misterios rúnicos. Que los vientos te sean favorables y las alas de los Cuervos de Odín te cobijen ; )