La Torre en el Tarot

La Torre en el Tarot generalmente suele transmitir una imagen aterradora de destrucción o accidente.  Sin embargo, es mucho más que pura destrucción. La Torre es aquel suceso inesperado o cambio de situación que irrumpe y destroza tu zona de confort, todo aquello que habías construido y en lo que te sientes seguro. Es aquel rayo revelador que te hace tomar conciencia de que, todo lo que tenías establecido se cae. Se trata de una carta fuerte, demoledora y a su vez, una carta que arrasa con todo lo existente para dar entrada a lo nuevo. 

La Torre en el tarot

Una torre es un símbolo de poder, una construcción material hecha por el hombre y el rayo es un desafío de Dios y de las leyes de la naturaleza. Evidencia que por muchos esfuerzos que pongamos en construir nuestras propias torres, todo se puede desmontar de un momento a otro. Estas torres simbolizan nuestras construcciones mentales que nos hemos creado nosotros mismos. Nuestras creencias, nuestros valores, nuestros prejuicios. La carta de la Torre te pide cuestionarte todo esto, analizarlo y ver si es válido para ti y poder así liberarte de lo que no te pertenece. 

La Torre invita a liberarte de todo aquello que ya no es necesario de tu vida o ya no tiene su funcionalidad. También puede simbolizar bienes inmuebles. Es la “limpieza” de nuestro yo para volver a construirnos. El proceso natural de transformación y reconstrucción por el que todos pasamos varias veces en la vida. Es una carta para reconstruirnos y resurgir en nuestra nueva versión de nosotros mismos. 

Se trata de un arcano expansivo, liberador, demoledor, cargado de energía, precipitado, impaciente y brusco. 

¿Cómo trabajar la carta de La Torre en el Tarot?

El viaje por los arcanos del Tarot es un viaje de conocimiento interior, una aventura y un camino hacia uno mismo. A continuación te proponemos algunos ejercicios para interiorizar cada carta. Es importante que no los hagas todos de golpe. Dedica el tiempo que necesites a cada arcano y hazlo cuando lo sientas. Respeta y sigue tu tiempo interior. 

  • Es el momento de cuestionarte tu propia Torre. Primero de todo, ¿qué es tu Torre? ¿Sobre qué está construida? Obsérvate durante una semana y ve anotando aquellos pensamientos que te limitan o te impiden hacer algo. Anótalos sin juicio, sin pensar. Al final de la semana, resérvate un espacio para ti, toma estos pensamientos que has anotado y cuestiónalos uno a uno. ¿De dónde vienen? ¿Son tuyos o adquiridos?
  • Si sientes que estás a punto de explotar, haz ejercicio para sacar y canalizar toda la energía que tienes dentro de ti.  

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